La energía solar térmica (también llamada energía termo solar) permite aprovechar la energía del sol para producir calor. Dicho calor lo utilizamos para obtener agua caliente, que nos permitirá ofrecer los diferentes servicios.
La energía solar térmica o energía termo solar consiste en el aprovechamiento de la energía del Sol para producir calor que puede aprovecharse para cocinar alimentos o para la producción de agua caliente destinada al consumo de agua doméstico, ya sea agua caliente sanitaria, calefacción, o para producción de energía mecánica y, a partir de ella, de energía eléctrica.
Adicionalmente puede emplearse para alimentar una máquina de refrigeración por absorción, que emplea calor en lugar de electricidad para producir frío con el que se puede acondicionar el aire de los locales.
Este tipo de energía nos hace ahorrar en el uso de combustibles fósiles (tanto gas, quema de carbón para la producción de electricidad utilizada por los termos eléctricos, o gasoil utilizado por las calderas), muy contaminantes, y, como todos sabemos, agotables en el tiempo.
Esto se traduce en una mejor adaptación al entorno natural que nos rodea proporcionando un futuro mejor tanto a nosotros mismos como a nuestros hijos.
Nuestras instalaciones son de lo mejor en tecnología actual de este sector. Aplicamos soluciones atractivas para un mayor confort para su hogar, por ello, contamos con una de las principales marcas del mercado, lo que asegura a nuestros clientes un alto rendimiento de las instalaciones, y una gran garantía de todos sus materiales.
Incluso en días nublados, los captadores solares pueden absorber la radiación solar difusa y transformarla en agua caliente.
Es nuestro cometido hacer que esta fuente de energía sin límites sea aprovechable. Usted decide en qué volumen quiere aprovechar el sol. Le queremos acompañar y apoyar en ello.
Ponemos a su disposición un sistema solar de larga vida, de alta calidad, con el que, durante dos décadas, puede utilizar energía libre de emisiones y hacer su aportación segura a la protección medioambiental.
La diferencia entre un radiador y una estufa o un calefactor es que en el radiador no hay producción de energía, se limita a ser un disipador del calor que llega al radiador generalmente por una red de tuberías por las que circula agua calentada en un dispositivo productor de calor (caldera, generalmente) situado en otro lugar.
Un radiador necesita un mantenimiento consistente en un purgado periódico, por el cual se elimina el aire que haya entrado en las cañerías impidiendo la entrada de agua caliente a los elementos que conforman el radiador.
Aparte del purgador, un radiador tiene que tener una entrada de agua caliente con una llave de paso, y una salida para agua enfriada con otra llave que sirve para el equilibrado hidráulico y para desmontar el radiador, que se llama detentor.